miércoles, 30 de marzo de 2011
Mientras viajo (1)
domingo, 27 de marzo de 2011
Tendrá la importancia que tú le des
Luego de ese cumpleaños, en mi casa, hablé con un amigo, Israel Ortega, con quien pude desahogarme. Le dije "Isra, loco, volví a ver a Nona (el nombre real lo reservo), y sentí que mucho de lo que la había olvidado me volvió". Israel me miró y me dijo uno de los mejores consejos que he recibido en mi área sentimental. Me dijo: "Andrés, Nona va a tener en tu vida la importancia que tú le des. Si le das mucha importancia, tendrá mucha importancia. Si le das poca importancia, tendrá poca importancia. Pero si no le das importancia, no tendrá importancia. ¿Cuánta importancia quieres que ella tenga en tu vida? Ella tendrá en tu vida solo la importancia que tú decidas darle, ni más ni menos".
A partir de ese consejo, he podido tener un control mucho más consciente en esa área de mi vida. No me costó tanto desasignarle valor sentimental a alguna que otra chica que me pareció que no valía la pena, o incluso superar futuras frustraciones emocionales.
Si quieres olvidar a alguien, creo que es un consejo digno de memorizar: Esa persona tendrá en tu vida la importancia que tú le des.
sábado, 20 de noviembre de 2010
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Paradojas humanas (4)
La palabra "carne" es un sustantivo femenino, sin embargo, a la carne asada se le llama "asado" (adjetivo masculino).
viernes, 12 de noviembre de 2010
¿Cómo serás? (Palabras para Dios)
"¿Sabes? (por supuesto que lo sabes), a veces pienso en Ti no desde la mirada típica en que los humanos te miramos, sino de una forma más personal. Por ejemplo me pregunto ¿qué pasará ahora por tu mente?, o si no ¿qué cosas te darán risa?, o también ¿qué tienes en la cabeza como para amarme tanto como lo haces, aunque conoces por completo mi imperfección?
Puedo decir que conozco la Biblia lo suficiente como para creer en ti, y agradezco el tener ese conocimiento; pero a veces me imagino saliendo a caminar contigo, o jugando contigo, o simplemente abrazándote, o tal vez tomándome una foto contigo...
Dios, ¡Cuánto anhelo conocerte! No sólo anhelo tus grandezas, sino tus detalles; te anhelo por completo. Anhelo conocer el brillo de tus ojos, el timbre de tu voz, la intensidad de tu cariño, tu asombroso poder.
Ese día, cuando esté frente a ti, y contemple tu mirada, ese día, en ese momento, el mayor de mis sueños se habrá hecho realidad.
Mientras estoy en la tierra, déjame conocerte, disfrutarte, amarte, alegrarte, servirte (aunque sea para algo).
Mientras esté acá, no quiero perderme nada de lo que tienes para mí.
Mientras viva, quita de mí lo que quieras, pero por nada, oh Dios, por nada, jamás me dejes sin ti.
Tú eres lo mejor que tengo, tú eres mi esperanza, tú eres mi vida.
Gracias por ser quien eres, y por ser como eres.
Te amo. Sí, te amo Dios.
Tu hijo, Andrés
martes, 16 de marzo de 2010
Mi conflicto interno con la humanidad
Honestamente es feo, pero transparente lo que estoy admitiendo... Pero en serio, quiero ayudar.
Y de verdad, no me olvido que yo mismo soy parte del desastre que somos como raza. Es eso, el ser parte de este mundo, MI mundo (me guste o no), es lo que me compromete a dar de mi esfuerzo para ver si en algo, por más pequeño que sea, puedo ayudar, aportar, bendecir, edificar, alegrar a mi raza.
Oportunamente pienso en las palabras del cantautor chileno Alberto Plaza: YO VOY A CAMBIAR EL MUNDO, VOY A EMPEZAR POR MÍ.
jueves, 4 de marzo de 2010
Mi primer cuento :P
Al momento de acercarse Ignacio, la profesora, junto con felicitarlo por haber cumplido la tarea, le hizo un comentario ameno y anecdótico:
-¿Sabes qué, Ignacio?
-¿Qué?- respondió el muchacho.
-Te pareces a un hijo mío- señaló la maestra, adjuntando una sonrisa.
-¿En serio?- dijo Ignacio con cierto asombro.
-Sí- respondió la profesora- Tu rostro, tu cabellera y el color de tus ojos son muy parecidos a la apariencia de mi hijo.
El muchacho, mientras acomodaba su cuaderno para volver a su asiento, le preguntó a la maestra:
-¿Y su hijo cómo se llama?
-Jorge- dijo ella.
A lo que Ignacio añadió:
-¿Y a qué se dedica? ¿Cuántos años tiene?
-Él ya salió del colegio. Ahora estudia ingeniería en la universidad. Está en tercer año y tiene 22 años- respondió la maestra.
Ignacio sonrió gratamente sorprendido.