domingo, 10 de noviembre de 2013

La soledad

Muchas veces nos ponemos a pensar en lo malo, en lo negativo que es estar solo... 
Eso me dio la idea de reflexionar y escribir qué es lo que le pasa a ella, a la soledad, 
y qué es lo que ella nos trae como consecuencia. 

La soledad hoy se hizo amiga de mis sueños. Disfrazada de rencores, suele pelearse consigo misma por un rincón en ese cuarto oscuro. Desdibujada la mirada, anhela la posibilidad de sentirse deseada, amada, buscada. Sentada y tomada de sus piernas, suele contar más de una vez que ella no es la culpable, que ella no quiere eso que su destino la fuerza a sentir. 

Sin hablar, abre la ventana y me señala algo. "Es el sol", me dice con una mueca simulando una sonrisa. Me quedo mirando por un instante y comprendo el porqué de esas palabras -"es el sol"-, ese sol al que todos esperamos ver, sentir, y hasta en un punto parecernos. Ese sol que cada mañana despierta para sentirse radiante, importante, sumamente único. 

Giro mi cuerpo hacia ella y trato de hablarle, pero la soledad empieza a desaparecer, lentamente se desvanece; ahora en ese rincón solamente hay luz. 

Un poco confundido, trato de encontrar una explicación. Por unos segundos me siento triste por ella, pero inmediatamente entiendo que esa soledad se convirtió en lo que ella quería: vino a quebrar lo que parecía ser imposible según el destino, y se transformó en esa luz, ese calor... Sin saberlo, se convirtió en ese sol que todos buscamos. 


Miguel Taraburelli
Buenos Aires, 11 de octubre de 2009


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